quinta-feira, 28 de junho de 2012

El Puente de Medicinas de las 4 Direcciones Cierre del Ciclo 2 Perú 2012: El Alineamiento con los 3 Mundos



“Los 3 Mundos y la Iniciación del Qharpay”


02/08 al 09/08 2012

Con Don Kike Pinto, Don Marcelo Qhapac(Noble), Don Vicente Qispi Sonqo (Corazon de Cristal) y Ichiro Takahashi


Templo de la Luna, La Laguna azul y del Otorongo(Jaguar)
y El Nevado(Apu) Ausangate





De la Capital Inka de Cusco hacia el Ausangate, el Nevado mas Alto de la zona, una iniciación, contenida por un curandero Andino y un curandero energético, guiado por los maestros de la tradición de los Q’eros.

Una muerte hacia el pasado, un Propósito revitalizado bajo el manto de la tradición y una conexión en el Camino con el Espíritu del Apu(nevado/masculino) y la Cocha(laguna/femenino) sagrados.

En la Paridad de Fuerzas, la Guía de los Mundos Superiores por la Cruz Andina, la Sagrada Chacana.



La Iniciación:

Guiada por 2 de los mas importantes hombres medicina de la tradición Qero, bajo la guía del Apu Ausangate, y la contención energética de las Lagunas Sagradas, estaremos cruzando los portales hacia Hanac Pacha, los Mundos Superiores para recibir las bendiciones, ensenhanzas y protección para todas nuestras relaciones. Por la Pacha Mama.


Intención:

-        Rescate, protección y transmisión de la Sabiduría Ancestral.
-        Conexión con las fuentes de la Sabiduria del Chamanismo Andino.
-        Activar los Portales Superiores para facilitar el proceso de equilibrio de las Fuerzas en el Mundo.
-        Limpieza, Sanación y Poder Personal.

Medicinas:

-        Temazcal
-        Mama Coca
-        Wilka
-        Ayahsk
-        Qigong


Programación



02/08 Llegada al Centro del Templo de la Luna, Introducción y apertura del Circulo Sagrado, Mama Coca, Temazcal.

03/08 Sun Gazing, Qigong de los 3 Mundos, Ofrenda a Pacha Mama.

04/08 a 06/08 Iniciación Qharpay – Star Gazing.

07/08 El Qigong de los 3 Mundos, Ceremonia de Lectura personal con Mama Coca, Ceremonia con Wilca

08/08 Qigong de los 3 Mundos, Ceremonia con la Madrecita,

09/08 Cierre del Circulo Sagrado



La Ruta de la peregrinacion:

Salimos del Centro en el Templo de la Luna en Cusco en bus hasta la comunidad de Tinki. Seguimos en mini-buses hasta Azul Cocha y de allí seguimo por una caminata de una hora hasta Hatun Apu Ausangateq Punkun(Portal del Apu Ausangate) al pie del Apu Ausangate que se encuentra entre las lagunas de Azul Cocha y del Otorongo Cocha, donde se avistan las 2 lagunas. Alli estaremos 2 noches.



Cada participante tendrá en su proceso iniciatico:

1.     12 Unkhuna – Mantitas Ceremoniales tejidas por las mujeres de la comunidad
2.     4 Qeros – Vaso de madera fabricado por los hombres
3.     Un Costal – Mesa tejida con lana de llama de color natural donde se ponen todas las ofrendas
4.     Un Phukucho – bolsita de piel de Alpaca para las ojas de Coca




Los Guías y Responsables



                                             Kike Pinto(http://institutotaki.blogspot.com)



Curandero Andino, Músico

Nace el 22 de agosto de 1956 en Lima, de padres migrantes de las regiones del Sur y del Centro de los Andes del Perú.
Se dedica a la música, desde 1972, como etnomusicólogo, investigador, intérprete, cantautor, instrumentista, compositor, músico terapeuta y docente.
Es creador y director del primer y único museo de instrumentos musicales andinos y amazónicos de todo el país, el Museo TAKI, que cuenta con aproximadamente 500 instrumentos y un completo archivo de grabaciones de campo, así como información etnomusicológica y etnográfica de incalculable valor.
Ha sido reconocido y asimilado como comunero honorario en la Comunidad de San Pedro de Casta, Provincia de Huarochirí, Departamento de Lima, Perú y como miembro honorario en el Anexo Yanaruma Ayllu, Comunidad de Japu, Nación Q’ero, Provincia y Distrito de Paucartambo, Departamento de Cusco, Perú.
Es autor de música y versos en géneros tradicionales andinos y amazónicos así como géneros contemporáneos universales, los cuales comprenden canciones, ikaros, danzas ceremoniales, cánticos sagrados, poemas y rezos cantados, así como música para películas, videos, obras teatrales, canciones para niños, etc.


Instituto Andino Amazónico de Cultura
y Desarrollo Social TAKI – Cusco – Perú
0051 - 84 - 226897
0051 - 984 697997
http://institutotaki.blogspot.com




                                         Ichiro Takahashi(http://qi-syntax.blogspot.com)



                                                    Curandero Energético, Músico


Nipo-brasileno, su maestro raíz venia de una tradición tántrica japonesa con base en el monte Fuji. Paso por muchas iniciaciones de distintas escuelas tántricas y chamanicas.
Hace mas de 20 anos, estudia y trabaja con las medicinas maestras del chamanismo de la selva compartiendo las ceremonias en varias partes del mundo con el foco en el desarrollo de la energía y de la consciencia.

Hace algunos anos, trabaja con la propuesta del Puente de Medicinas de las 4 Direcciones con el propósito de rescatar, proteger, actualizar y transmitir la sabiduría ancestral de distintas tradiciones.



Informaciones:

México:
Michelle Button: michelle.button@gmail.com
Brasil:
Peru:
Ichiro: vitor.shin@gmail.com


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Contacto en Lima:
Emerson Castro H.
Gerente de Operaciones

Emerson Tours
info@emersontours.com
www.emersontours.com
(511) 992317750 - 99 814*3120
(511) 3724436 (casa)
998314782(Junior-Hijo de Sr Emerson)
831*4782 ( Junior),




La Iniciacion del Qharpay*

Por Kike Pinto

En el camino espiritual de los pueblos que viven en comunidades, como los Q’ero, existen etapas en la vida personal. En muchas de estas comunidades, la primera etapa va desde el nacimiento hasta el matrimonio. Luego viene una siguiente etapa, a partir del matrimonio, que significa la integración como una nueva célula familiar a la comunidad. Así van pasando diferentes etapas. Al final llega la ancianidad, en la que el rol en la comunidad es de honor y respeto a la sabiduría, la experiencia. Entre estas etapas hay transiciones. Por ejemplo, para formar una pareja los jóvenes deben participar en diversos rituales del tiempo de lluvias, en los que deben demostrar sus habilidades, tanto los hombres como las mujeres. Entre estos rituales está el “Pukllay”, en el que las mujeres cantan y los hombres tocan flautas de cortejo. En todo momento, los rituales integran el uso de la hoja de coca, la entrega de ofrendas a los seres espirituales, etc. Cuando una pareja está en proceso de formación consulta a los ancianos y las ancianas, quienes pueden leer la coca, aconsejar, etc., para que puedan iniciar bien una nueva familia y asumir los nuevos roles que eso significa en la comunidad. En primer lugar, los miembros de la pareja deben hacerse responsables de sus propias vidas, se dice que “ya no están en manos de sus padres”, “manaña taytamamanpa makinpi kashiankuñachu”). Para eso deben construir una casa, lo que hacen con el apoyo (Ayni) de su familia extendida y de la comunidad. También deben iniciar un rebaño de animales, obtienen el derecho a usar los pastos para alimentarlos y reciben terrenos y derecho al agua para regarlos y para cultivar sus propios alimentos. Pero, además de las responsabilidades materiales, la pareja, como nuevos jefes de un nuevo hogar, debe asumir también sus responsabilidades en relación con el mundo espiritual. Para esto cada quien se ha ido preparando desde la niñez. La mujer ha aprendido a tejer, el hombre ha aprendido a cultivar la tierra y manejar los rebaños de animales y, asimismo, ambos han visto a sus mayores curar las enfermedades, ayudar a las parturientas, celebrar ceremonias de diferentes tipos, en relación con la fertilidad de la tierra, los animales, etc. y, para eso, han recibido de sus familiares las enseñanzas necesarias y una “mesa”. La “mesa” es un altar que puede ser personal o familiar o hasta comunal. Lo importante en la “mesa”, más que los objetos físicos, es su estructura de relaciones, en el contexto de la relación con el mundo espiritual. De este modo, un joven o una joven que no han recibido el llamado “Qharpay”, difícilmente podrían iniciar una nueva familia y asumir sus responsabilidades materiales y espirituales.
¿Qué quiere decir“Qharpay”? Es una palabra quechua que quiere decir “regar”. En el sentido del “riego”, con agua, es como una especie de bautizo; pero más que un bautizo en el sentido católico, es una ceremonia de compromiso en relación con los seres espirituales, principalmente las montañas y los lugares sagrados (Apu) y la Madre Tierra (Pachamama). Ese compromiso se celebra mediante un número de ofrendas, usualmente 12 (pero eso puede cambiar de acuerdo a los distintos grupos étnicos u otros factores). Estas ofrendas están dedicadas a Pachamama y a 12 Apu, con los cuales se hace compromiso. De este modo, la “mesa” de una persona o de una pareja, una familia o la comunidad, adquiere un sentido, deja de ser un objeto decorativo o simbólico y pasa a tener un verdadero poder de relación con los seres espirituales. La persona o la pareja o el ayllu (comunidad), responsables de esa mesa, se inician en un camino de compromiso, un camino de servicio y de Ayni (reciprocidad) con los seres espirituales. Eso es lo que significa la iniciación. No se trata de recibir poderes mágicos para alimentar el ego personal. De lo que se trata es de iniciar un camino de compromiso de Ayni.
Recibimos abundancia de Pachamama, recibimos alimentos, medicina, refugio, vestido, etc; y, a cambio, debemos agradecerle, honrarla, cuidarla, defenderla, alimentarla y curarla también a ella. Debemos devolverle. Por eso algunos usan el concepto occidental y la palabra “pago” para las ofrendas, lo cual no es muy exacto porque no se trata de un negocio, se trata de una manifestación de gratitud; pero a ese agradecimiento, bajo la influencia de la cultura occidental, en el mundo mestizo se le llama “pago”. En el mundo indígena la palabra es “Haywarikuy”, que quiere decir ofrenda, algo que se da con amabilidad, con amor, no como un negocio de compra-venta. La persona que ha celebrado el “Qharpay”, el compromiso con los Apu y Pachamama, sabe que ellos le escuchan. Ya puede hacerse cargo de las ofrendas y ceremonias, las curaciones y propiciaciones, los rezos de una familia, sin tener que depender de otras personas. Es como hacerse más independientes; pero, a la vez, más responsables. Esto no quiere despreciar las enseñanzas de los mayores. Todavía, por muchos años, las familias jóvenes piden al apoyo de los mayores cuando celebran ceremonias o curaciones en relación con sus campos de cultivo, sus animales, sus hijos, su casa, etc. Pero quienes presiden las ceremonias son ellos mismos, porque ya han celebrado el “Qharpay”. El “Qharpay” es también un reconocimiento, de parte de la comunidad, al derecho de una persona a celebrar ceremonias, ofrendas, curaciones. Sin embargo, después del “Qharpay”, una persona es más observada por la comunidad en relación con su comportamiento, la armonía en su vida, su crecimiento espiritual, su madurez, su ejemplo. Por eso el “Qharpay” es iniciación. Eso quiere decir “iniciar”. No quiere decir “terminar” o “culminar” nada. No es una especie de “graduación”, es, más bien, como un ingreso a la universidad de la vida, al camino de la sabiduría, la belleza, la nobleza: el llamado “Qhapaq Ñan”.
Por eso, es cierto que el “Qharpay” obliga a enderezar cualquiera de las iniciaciones que anteriormente hayamos podido recibir, incluyendo las iniciaciones espontáneas que llegan como señales del Gran Misterio. Muchos han recibido, en momentos especiales, señales. También podemos recibir iniciaciones dentro de diversas tradiciones. Pues bien, todo eso se renueva y se alinea con el poder de los Apu y Pachamama, dentro de la tradición de los Andes. Es cierto, el “Qharpay” nos obliga a enderezarnos, a alinearnos. No creo que el ritual por sí solo haga esto, sino que el ritual nos compromete y somos nosotros mismos los que tenemos que honrar el ritual que hemos realizado. Si no lo hacemos, el poder del “Qharpay” se volvería en contra de nosotros mismos. De eso se trata. Por eso es un compromiso, una responsabilidad.
El “Qharpay” se puede volver a celebrar y renovar y crecer, como mayor compromiso y mayor responsabilidad, en otras etapas y otros momentos de la vida; pero, generalmente el primer “Qharpay” se celebra para poder iniciar una familia, para poder ser reconocidos como miembros de una nueva célula, miembros llamados “activos” de la comunidad, con deberes y derechos, dentro del tejido social; pero no sólo en el nivel de lo humano sino en el nivel cósmico. En el mundo andino el Ayllu, la comunidad, no sólo incluye a los seres humanos, las personas, las familias, etc. El Ayllu, la comunidad, incluye a todo el cosmos, los animales, las plantas, las montañas, los elementos, en fin, todo, absolutamente todo, hasta las piedras que en otras culturas se consideran seres sin vida, tienen vida y tienen relaciones en las culturas andinas y amazónicas. Y el fundamento de la vida en comunidad, en Ayllu, es el Ayni, la reciprocidad.
El Ayni se celebra y se practica todos los días, en todos los aspectos y niveles de la vida. Ciertamente, en los 3 Mundos. Es Ayni compartir unas hojitas de coca cuando dos caminantes se cruzan en el camino de Kay Pacha. Es Ayni ayudar o recibir ayuda para construir una casa o cultivar un terreno. Es Ayni celebrar una ceremonia de ofrenda a Pachamama. Es Ayni peregrinar y danzar sobre la nieve para el Inti Tayta en la Luna Llena del Solsticio de Junio, en Inti Raymi, para el Hana Pacha. Es Ayni ingresar en los misterios de la medicina con ayunos y dietas para suplicar la sanación de las enfermedades de nuestros hermanos y hermanas, humanos, animales, plantas, el subsuelo, el Ukhu Pacha, la tierra misma de nuestros campos de cultivo. El Ayni es, en pocas palabras, la Ley de las Relaciones.
Así es el “Qharpay”, es una celebración de nuestras relaciones con los Apu y con Pachamama, con los seres espirituales, con la comunidad, con los 3 Mundos. Y esa celebración significa un compromiso serio, significa asumir una nueva y gran responsabilidad en nuestro camino espiritual.
Las personas que no vivimos en comunidades tradicionales, como sí viven los Q’ero, podemos celebrar el “Qharpay”, así no sea para iniciar una familia o para integrarse directamente a una comunidad tradicional andina o amazónica. El ”Qharpay” no solamente nos compromete sino, precisamente, nos alinea y nos bendice bajo el manto de las tradiciones de las Altas y Sagradas Montañas de los Andes. En realidad, todos somos parte del Gran Ayllu, la Gran Familia, la Gran Comunidad Cósmica y en nuestro camino personal el “Qharpay” no sólo es una renovación de los compromisos sino también una gran medicina. Todos tenemos relaciones. Si hemos recibido anteriores iniciaciones, pues ellas, ciertamente, se realinean con el “Qharpay” Andino. Si no las hemos recibido, pues es una oportunidad para nuestro camino de vida. No es necesario ni deseable volverse ni creerse un “Q’ero”, que es, más bien un término que debemos entender en el sentido étnico o social. En el Mundo Andino, el término para una persona que se inicia en el camino espiritual es “Panpamisayuq”, es decir el que tiene una mesa del nivel más humilde, el nivel “panpa”. De allí, pueden venir muchas pruebas y señales que pueden hacer que alguien reciba otros niveles de iniciación y compromiso en el servicio. Existen términos como “Paqo”, “Yachaq”, “Yatiri”, “Altumisayuq”, “Kuka Akulliq”, para diferentes especialidades y niveles en el camino espiritual tradicional andino. Es muy importante ser humildes, reconocernos y ser auténticos. No es necesario ni recomendable tratar de suplantar a nadie ni a nada ni asumir roles falsos. Más bien, en vez de pretender suplantar roles, es parte del “Qharpay” el  iniciar también relaciones de compromiso y de Ayni con nuestros hermanos y hermanas “Q’ero”, como parte de la iniciación o la renovación o realineamiento de anteriores iniciaciones, en el compromiso, dentro de la tradición andina, con los seres de los 3 Mundos. Esto es así, puesto que para nuestro “Qharpay” contaremos con el apoyo de hermanos Maestros Q’ero, quienes, desde niños se han iniciado en estas tradiciones y se han mantenido, sin caer, como lamentablemente sucede con otros, en conversiones a sectas religiosas modernas ni en comercializar su espiritualidad sólo por dinero o por poder personal. Los hermanos que nos apoyan son sinceros e íntegros en sus prácticas. Ellos viven en relación estrecha con los Apu y Pachamama. Siguen criando sus rebaños y cultivando sus campos, tratando de vivir, día a día, en armonía con las leyes de la Vida. Son humanos y cometen errores; pero se esfuerzan por aprender de ellos. Si caen, son capaces de levantarse y encaminarse otra vez. No solamente han recibido sus correspondientes “Qharpay” en sus vidas sino que son respetados y reconocidos en su comunidad por el equilibrio en sus vidas personales y familiares. Porque son personas que, además de guardar y portar su tradición, lo hacen con honor, con valores, con nobleza. Así, nuestra relación con Pachamama, que es la misma Gran Madre Universal para todos y nuestro servicio a los Apu, de aquí y de allá, nuestras relaciones familiares, sociales, con nosotros mismos, con las tradiciones, con los ancestros, nuestro alineamiento con los 3 Mundos, se enriquece, crece y adquiere una nueva consciencia, una mayor responsabilidad, un nuevo compromiso y, a la vez, se fortalece, es bendecida por los Apu y por Pachamama y propicia nuevos pasos de belleza y armonía en nuestro caminar.



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